En una oficina en la que cada día pasan cientos de personas de un lado a otro, lo cierto es que tarde o temprano llega el momento en el que el suelo empieza a acusar los primeros efectos de ese volumen de personas y comienzan a aparecer los desgastes típicos de un suelo que está a pocas semanas de empezar a agrietarse; dado que ahora mismo a ninguna empresa le gustaría tener que buscar un presupuesto para reformar todo el suelo de sus instalaciones –principalmente debido a que se llevarían un buen susto al ver el precio de la reforma-, lo recomendable es seguir el dicho de “mejor prevenir que curar”.
El truco de los tapetes para evitar la fatiga del suelo consiste en que se colocan en aquellos lugares en los que se prevé que puedan pasar muchas personas a lo largo del día. 
Los pasillos son un buen ejemplo de aplicación de estos tapetes, ya que por ellos pasan todos los empleados y por lo tanto el suelo tarde o temprano puede dañarse debido a ese trasiego de personas. La ventaja de estos tapetes frente a otros tipos de protección es que simplemente hay que colocarlos en el suelo –algo que lleva unos pocos minutos- y dejar que hagan su trabajo; no hace falta realizar ninguna instalación adicional.
Y dado que los tapetes se pueden comprar por Internet, no hace falta ni desplazarse de la oficina para realizar el pedido y recibirlo después en la puerta de la oficina.
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